Tegucigalpa, Honduras – La reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de restringir la visa a varios diputados hondureños ha generado reacciones mixtas en Honduras, especialmente entre el Partido Nacional y el diputado Jorge Cálix. Mientras el Partido Nacional se opone a la elección interina de las autoridades del Ministerio Público, alegando que pone fin a 12 años de impunidad durante los gobiernos de Pepe Lobo y Juan Orlando Hernández, Jorge Cálix, por otro lado, ha expresado su apoyo a la medida estadounidense.
En su comunicado, el gobierno estadounidense condenó el «uso de la violencia en Honduras para socavar la democracia» y el nombramiento irregular de fiscales interinos, una posición que ha encontrado eco en Jorge Cálix y en el Partido Nacional. A través de sus redes sociales, Cálix enfatizó que «La corrupción y el odio siempre acaban mal. El diálogo es el único camino para una mejor Honduras», posicionándose como el único diputado del partido de gobierno en aplaudir la decisión de Estados Unidos. En el ámbito político, solo Cálix y los miembros del BOC han mostrado satisfacción con la medida y ha llamado la atención la posición del diputado Libertad y Refundación que aboga para que se dialogue con el Partido Nacional para llegar a un acuerdo (de impunidad) para la elección de las autoridades del Ministerio Publico de forma permanente.
Por otro lado, el Partido Nacional se encuentra en una posición contraria, viendo en los nombramientos de los fiscales interinos una amenaza a la impunidad que, según ellos, ha caracterizado los gobiernos anteriores. Esta diferencia de opiniones refleja la división dentro del espectro político hondureño en relación con las políticas y decisiones de Estados Unidos.
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Además, el comunicado estadounidense también defendió indirectamente a Toño Rivera, nacido en EE.UU., condenando los actos de violencia que sufrió en el Congreso Nacional. Esta mención subraya la atención de Estados Unidos hacia los sucesos políticos en Honduras y su impacto en ciudadanos con doble nacionalidad.
En un contexto relacionado, la medida de suspensión de visado también afecta a políticos salvadoreños por apoyar la reelección de Nayib Bukele, quien respondió con indiferencia, señalando que El Salvador tiene su propia lista de preocupaciones.
La decisión del Gobierno de Estados Unidos de restringir las visas a diputados hondureños ha puesto de manifiesto las discrepancias ideológicas y políticas en Honduras. Mientras Jorge Cálix y los miembros del BOC ven en esta medida un paso hacia la justicia y el fin de la corrupción, el Partido Nacional percibe una amenaza a la continuidad de su influencia política. Estas reacciones divergentes reflejan la complejidad del panorama político en Honduras y la influencia de las políticas estadounidenses en la región.
En un contexto más amplio, la respuesta de Nayib Bukele a las restricciones de visa impuestas por Estados Unidos a políticos salvadoreños, paralelas a las de Honduras, revela una postura desafiante y autónoma. Al descartar la importancia de la lista estadounidense y afirmar que El Salvador tiene sus propios asuntos prioritarios, Bukele subraya un creciente espíritu de independencia y soberanía en la política centroamericana. Esta actitud refleja no solo la posición de El Salvador frente a las influencias externas, sino también un cambio en la dinámica de las relaciones entre Estados Unidos y los países de América Central, marcado por un enfoque más firme y autoafirmativo en sus políticas internas y externas.