
¿Quién será el candidato del Partido Nacional?
Tegucigalpa, Honduras – El próximo 9 de marzo, el Partido Nacional de Honduras celebrará sus elecciones internas, pero la pregunta clave no es quién ganará, sino qué representa realmente esta elección. ¿Un nuevo liderazgo o simplemente la continuación de un legado marcado por la corrupción, el saqueo de los recursos públicos y el colapso institucional del país?
Los tres principales precandidatos—Ana García, Nasry “Tito” Asfura y Jorge Zelaya—arrastran un historial que los vincula directamente con los escándalos más graves de la última década. Su participación en este proceso no simboliza un cambio, sino la disputa por quién tomará el control de un partido que sigue sin rendir cuentas por los estragos causados en Honduras.
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Ana García: la sombra de Juan Orlando Hernández y el Caso Pandora
Ana García de Hernández intenta venderse como el rostro del cambio dentro del Partido Nacional, pero su pasado la condena. Fue la mano derecha de su esposo, el narcotraficante y expresidente Juan Orlando Hernández, quien actualmente cumple una condena de 45 años de prisión en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Durante los años de gobierno de Hernández, Ana García no solo justificó sus decisiones, sino que también desempeñó un papel clave en su administración. Su nombre ha sido mencionado en el Caso Pandora, un esquema de desvío de fondos públicos para financiar campañas políticas del Partido Nacional. Además, posee una lujosa residencia en Miami, cuya adquisición aún no ha sido esclarecida, mientras miles de hondureños enfrentaban pobreza extrema y desempleo como resultado de la corrupción estatal.
Ahora, Ana García pretende liderar un partido que hundió al país en una de sus peores crisis, ignorando su propio rol en ese proceso. ¿Puede realmente representar un nuevo comienzo, o es solo la continuación del mismo modelo de saqueo y abuso de poder?
Tito Asfura: obras sobrevaloradas y desvío de fondos
Nasry “Tito” Asfura se presenta como un candidato de gestión y obras, pero su historial como alcalde de Tegucigalpa revela sobreprecios, irregularidades y una administración marcada por la corrupción. Bajo su mandato, miles de millones de lempiras fueron manejados en proyectos opacos, con contratos dirigidos a sus allegados y obras con costos inflados.
Actualmente, está bajo investigación por el desvío de 28 millones de lempiras, un escándalo que pone en duda su transparencia. Durante su campaña, ha evitado debates y preguntas sobre su historial, prefiriendo un discurso evasivo que oculta su verdadera trayectoria. Su modelo de gobierno no es nuevo: clientelismo, negocios oscuros y uso del dinero público para favorecer a su círculo cercano.
¿Es Tito Asfura una opción distinta o simplemente otro capítulo en la historia de corrupción del Partido Nacional?
Jorge Zelaya: el periodista que se benefició del saqueo
El actual diputado y periodista Jorge Zelaya tampoco escapa del manto de corrupción que cubre a su partido. Su nombre aparece en el Caso Hermes, un esquema de desvío de fondos públicos a través de supuestas pautas publicitarias gestionadas desde Casa Presidencial durante el gobierno de Juan Orlando Hernández.
En lugar de ejercer su papel como fiscalizador del poder, Zelaya utilizó su influencia mediática para encubrir escándalos y proteger a los responsables. Su candidatura no representa un liderazgo renovador, sino la continuación de un partido que ha hecho de la impunidad su forma de gobierno.
Más que elegir un líder, el Partido Nacional parece estar decidiendo quién llevará la misma bandera de corrupción y saqueo en los próximos años. La disputa entre Ana García, Tito Asfura y Jorge Zelaya no es por el futuro de Honduras, sino por el control de una estructura política que ha demostrado ser incapaz de reformarse.
Con candidatos salpicados por escándalos de corrupción, narcotráfico y desvío de fondos, el 9 de marzo no representa un cambio real, sino la continuidad de un modelo que ha sumido al país en crisis. La verdadera pregunta no es quién ganará, sino cuánto más podrá sostenerse un partido cuya historia está marcada por el abuso de poder y la impunidad.