Tegucigalpa, Honduras – La tragedia que envolvió a Hilda Hernández, hermana del expresidente del PartidoNacional, Juan Orlando Hernández, ha tomado un giro controversial en los últimos días, alejándose de la versión oficialmente proclamada en 2017. Según esta versión, Hilda pereció en un accidente de helicóptero en una montaña cercana a Tegucigalpa, un suceso que cobró la vida de otras cinco personas, incluidos miembros de la tripulación y pasajeros. Este incidente cerró abruptamente la carrera de una destacada figura política en Honduras, conocida por su activo desempeño en diversos cargos gubernamentales bajo la administración de su hermano.
Sin embargo, recientes declaraciones han arrojado dudas sobre las circunstancias que rodearon este fatídico evento. Raymond Colon, abogado defensor de Juan Orlando Hernández, ha presentado una versión alternativa, alegando que el accidente fue, en realidad, un asesinato premeditado perpetrado por narcotraficantes en represalia a la supuesta lucha contra el crimen organizado liderada por el entonces presidente Hernández. Esta aseveración se aleja radicalmente de lo anunciado por las autoridades en su momento, insinuando que detrás del accidente habría motivaciones más oscuras.
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Aun más intrigante resulta la reciente aparición de Ana García de Hernández, esposa de Juan Orlando Hernández, en un programa de debate. Su reluctancia a confirmar la versión oficial de 2017 y las insinuaciones sobre el involucramiento del crimen organizado en la muerte de Hilda Hernández han avivado las llamas de la especulación y el misterio. Lo que es más, tanto Colón como Ana García de Hernández persisten en afirmar que Hilda murió en el mencionado accidente, pese a evidencia científica que sugiere lo contrario: que Hilda Hernández fue víctima de un homicidio días antes del supuesto accidente aéreo, como acto de venganza por parte del crimen organizado debido a traiciones de Juan Orlando con grupos de narcotraficantes.
Una Trama de Sospechas y Silencios
Este entramado de declaraciones y contraargumentos deja en el aire preguntas sin respuesta sobre la verdadera naturaleza de la muerte de Hilda Hernández. Mientras Raymond Colon señala directamente a narcotraficantes sin especificar su origen, la falta de pruebas concretas y la ambigüedad en las declaraciones de los involucrados solo sirven para profundizar el misterio. La sugerencia de que los narcotraficantes buscaban vengarse de Juan Orlando Hernández y su familia, eligiendo a Hilda como blanco, introduce una narrativa de violencia y represalias que va más allá de los límites de un simple accidente.
Este panorama se ve complicado por la insistencia de la defensa de Hernández en retratar el accidente como un acto de venganza, lo que podría interpretarse como un intento de mitigar las acusaciones de narcotráfico que pesan sobre el expresidente, actualmente detenido en Nueva York. La estrategia de desviar la atención hacia teorías de conspiración y asesinatos orquestados por el crimen organizado podría buscar generar simpatía y dudas sobre la legitimidad de los cargos contra Hernández.
Lo cierto es que la familia Hernández se encuentra en el ojo del huracán, enfrentando no solo acusaciones legales sino también el escrutinio público sobre la integridad y veracidad de sus declaraciones. La muerte de Hilda Hernández, lejos de ser un caso cerrado, se ha convertido en un capítulo más de una saga llena de controversias, donde la búsqueda de la verdad se ve obstaculizada por la neblina de la política, el poder y el crimen organizado. La comunidad espera ansiosa por respuestas definitivas que, tal vez, nunca lleguen a ser reveladas en su totalidad.
2 comentarios en «La familia de Juan Orlando Hernández reconoce que el Crimen Organizado asesinó a Hilda Hernández: Pendiente la confesión del Cómo sucedió»